Si nos dedicamos a buscar bibliografía sobre las causas del éxito de las
entidades financieras, encontraremos múltiples títulos tratando el tema, sin
embargo, apenas se han analizado las experiencias fallidas, un aspecto igual de
importante para no repetir las equivocaciones pasadas.
El Fondo Multilateral de Inversiones, miembro del Banco Interamericano de
Desarrollo, ha elaborado una investigación de los errores cometidos por las
Instituciones Microfinancieras (IMF), en América Latina.
En este informe se analizan con profundidad 10 casos que tipifican cada una
de las causas comunes de fracaso localizadas: fallas metodológicas en la
tecnología de crédito, fraude sistemático, crecimiento descontrolado, pérdida
de foco, fallas de diseño en la concepción misma de la institución y una
intervención estatal asfixiante.
Fallas metodológicas: La
incorrecta aplicación de las tecnologías microcrediticias es una de las principales
causas de los desatinos cometidos en el sector. La intención de las entidades
financieras no especializadas de aplicar la misma metodología utilizada en la
banca normal, ha supuesto un descuido de los elementos esenciales del
microcrédito, como por ejemplo una adecuada evaluación del riesgo.
Fraude sistemático: Este
fraude se ha dado a dos niveles, por parte de los propios directivos de la
entidad y por parte de los asesores de crédito. Los directivos han utilizado su
posición para otorgar créditos a empresas donde tenían intereses, que
posteriormente no se han podido recuperar y han afectado peligrosamente a la
solvencia de la entidad. Los asesores de crédito han creado carteras de crédito
inexistentes sobre todo en los casos en los que había bonificaciones por
colocar y no por recuperar.
Crecimiento descontrolado:
Esta situación se ha dado en instituciones que se han relajado en el sistema de
controles y han potenciado un crecimiento rápido, sin tener en cuenta factores
externos concluyentes como las crisis financieras.
Pérdida de foco: En ocasiones
se ha dado la circunstancia en que las IMF han querido abarcar proyectos
externos a los microcréditos, con el objetivo de cubrir todas las necesidades a
los emprendedores y no han sabido gestionarlos.
Fallas de diseño: La ausencia
de un plan estratégico centrado en las condiciones particulares de la zona
donde se quiere implantar el mercado del microcrédito, ha supuesto el
descalabre de diversas entidades. O bien el mercado objetivo no era similar al
de otros países con los que se había conseguido el éxito, o directamente no
había mercado objetivo.
Intervención estatal asfixiante: En algunos contextos la necesidad de promover el crédito en determinados sectores, ha potenciado que el gobierno interfiera en la decisión de la IMF, de otorgar créditos a empresas poco rentables que a medio-largo plazo no garantizaban solvencia.